Latiguillos Inox o ACB: Descubre las diferencias y elige la mejor opción para tu instalación

Los latiguillos son un componente esencial en cualquier instalación de fontanería ya que permiten ubicar los sanitarios y equipos en la mejor posición independientemente de la ubicación de las tomas. Son los encargados de transportar líquidos bajo presión, asegurando que el sistema funcione correctamente y sin fugas. Sin embargo, al momento de elegir el tipo de latiguillo adecuado, muchas personas se encuentran con una duda común: ¿debería optar por latiguillos de acero inoxidable o latiguillos ACB? Ambos ofrecen buenas características, pero también presentan diferencias clave que pueden influir en el rendimiento y la durabilidad de la instalación.

En este artículo, exploraremos las principales diferencias entre estos dos tipos de latiguillos, también conocidos como flexo. Mientras que el acero inoxidable ha sido durante años la opción predilecta por su resistencia a la humedad y la corrosión, los latiguillos ACB, de sus siglas en inglés Anticorrosion braid, con su tratamiento polimérico avanzado, ofrecen características que los hacen superiores en ciertos aspectos. 

¿Qué son los latiguillos y por qué son cruciales en una instalación de fontanería?

Los latiguillos son tuberías flexibles que permiten la conexión entre diferentes partes del sistema hidráulico en diferentes posiciones. Se utilizan para transportar líquidos bajo alta presión y son capaces de resistir ambientes difíciles como la humedad, la salinidad o condiciones corrosivas. 

Elegir un flexo, como también se le conoce, inadecuado puede traer consecuencias graves: menor durabilidad, rigidez, pérdida de propiedades y, en última instancia, puede causar daños importantes como inundaciones en el hogar. Además, un latiguillo de mala calidad puede comprometer toda la instalación o los equipos conectados, ya que perderá flexibilidad y caudal con el tiempo, lo que provocará averías y humedades requiriendo hacer mantenimientos de forma más constante .

Latiguillos de Acero Inoxidable

Los latiguillos inox han sido durante mucho tiempo la opción preferida para aquellos que buscaban una solución resistente y duradera. El acero inoxidable, al ser tratado, es especialmente resistente a la humedad y la corrosión, lo que lo convierte en una excelente opción para muchas instalaciones. Sin embargo, aunque el acero inoxidable es muy duradero, no es inmune a todo tipo de sustancias. A lo largo del tiempo, pueden perder flexibilidad si se instalan en curvas muy cerradas, lo que puede llevar a la rotura o la deformación.

Ventajas de los Latiguillos Inox

• Alta resistencia a la corrosión en ambientes húmedos.
• Durabilidad a largo plazo.
• Ideal para instalaciones donde la exposición a la humedad es constante.

Desventajas de los Latiguillos Inox

• Menor flexibilidad en curvas cerradas.
• Puede ser más costoso que otras opciones.

Latiguillos de ACB: Innovación y resistencia mejorada

Con la llegada de la tecnología ACB, que utiliza un material polimérico avanzado, los latiguillos han mejorado notablemente en su rendimiento. El término ACB hace referencia a un tratamiento especial de los latiguillos mediante un polímero de alta resistencia, que otorga características superiores a las de otros materiales tradicionales, como el acero inoxidable. Este polímero está diseñado para ofrecer una excelente resistencia a la corrosión, especialmente frente a sustancias químicas que pueden afectar al acero inoxidable, como los ácidos y bases agresivas, lo que lo convierte en una opción ideal para instalaciones en ambientes industriales, salínos, calcareos o con sustancias corrosivas.

Además de su resistencia química, los latiguillos ACB se caracterizan por su mayor flexibilidad, lo que permite adaptarlos con mayor facilidad a espacios reducidos o en instalaciones que requieren curvas cerradas. A diferencia del acero inoxidable, que puede perder flexibilidad al ser sometido a estas curvaturas, el material polimérico de los latiguillos ACB mantiene su elasticidad, evitando deformaciones y roturas que comprometan el sistema.

Otro aspecto innovador de los latiguillos ACB es la incorporación de aireadores en su diseño. Los aireadores son dispositivos que mezclan el agua con aire, lo que permite mantener la sensación de presión en el flujo de agua mientras se reduce el consumo total. Esto no solo mejora la eficiencia del sistema, sino que también contribuye al ahorro de agua, una característica especialmente relevante en aplicaciones de fontanería donde la sostenibilidad y el ahorro energético son prioridades.

Ventajas de los Latiguillos ACB

• Ligereza, lo que facilita su manejo e instalación
• Mayor resistencia frente a sustancias químicas agresivas.
• Más flexibles, ideal para instalar en curvas cerradas.
• Incorporan aireadores, mejorando la eficiencia en el consumo de agua.
• Mayor adaptabilidad a diferentes condiciones de instalación

Desventajas de los Latiguillos ACB

• Sensibilidad ante ciertos productos químicos que el acero inoxidable no afecta, como algunos disolventes muy agresivos.
• Menor resistencia ante temperaturas muy extremas.

Comparativa entre Latiguillos Inox y ACB

Ahora que hemos visto las características de cada tipo de latiguillo, ¿cuál es mejor? Vamos a compararlos directamente:

• Durabilidad y resistencia: Los latiguillos inox son muy conocidos por su resistencia a la corrosión, especialmente en ambientes húmedos y salinos. Sin embargo, los latiguillos ACB superan al acero inoxidable en ciertos aspectos cuando se enfrentan a productos químicos agresivos. El polímero utilizado en los latiguillos ACB ofrece una protección más eficaz contra una gama más amplia de sustancias corrosivas, lo que hace que sean una opción superior en aplicaciones donde se manipulan productos químicos más agresivos o en entornos industriales específicos así como en aplicaciones domésticas y en la hostelería.
• Flexibilidad: Una de las principales ventajas de los latiguillos ACB es su mayor flexibilidad. Esto permite que los latiguillos ACB se adapten fácilmente a espacios reducidos y a instalaciones con curvas cerradas sin perder su forma, reducir el caudal o sufrir daños. En cambio, los latiguillos inox pueden ser más rígidos y difíciles de instalar en estos casos, ya que pueden volverse más frágiles y propensos a la rotura si se les somete a una curvatura excesiva. Los latiguillos ACB, al mantener su flexibilidad, se adaptan mejor a situaciones complicadas, lo que simplifica la instalación y mejora su rendimiento a largo plazo.
• Facilidad de instalación: Los latiguillos de acero inoxidable pueden presentar dificultades en su instalación, debido a su rigidez, pueden llegar a engatillarse o incluso romperse si se les coloca en ángulos muy ajustados. En cambio, los latiguillos ACB son mucho más fáciles de instalar, ya que no presentan esos problemas de rigidez. Su flexibilidad permite una instalación más rápida y sencilla, sin comprometer la seguridad ni la durabilidad del sistema. Esta facilidad de instalación puede ser un factor decisivo, sobre todo en proyectos donde el tiempo y la precisión son clave.
• Costes: En términos de precios, los latiguillos de inox suelen ser ligeramente más caros que los latiguillos ACB. Estos últimos tiene un precio es relativamente competitivo, especialmente cuando se consideran sus ventajas adicionales.

¿Cómo elegir el latiguillo adecuado para tu instalación?

Ahora que hemos visto las características de cada tipo de latiguillo, surge la pregunta: ¿Cuál es mejor para tu instalación? A continuación, comparamos directamente ambos tipos de latiguillos en aspectos clave:

1. Tipo de instalación: Si tu instalación requiere una gran flexibilidad, especialmente en espacios reducidos o con curvas cerradas, los latiguillos ACB son, sin lugar a dudas, la mejor opción. Como hemos visto, gracias a su material polimérico avanzado, los ACB se adaptan mejor a configuraciones complejas sin perder sus propiedades. Además, si tu instalación también implica exposición a sustancias químicas agresivas o condiciones corrosivas, el latiguillo ACB ofrece una resistencia mucho más alta que el inox, lo que lo convierte en una elección óptima para entornos industriales, o con productos químicos, como por ejemplo la hostelería.  Ante cualquier duda con el tipo de instalación, en la mayoría de los casos el latiguillo polimérico es la mejor opción.
2. Presupuesto: El coste puede variar, por lo que es importante determinar qué opción se ajusta mejor a tu presupuesto, sin comprometer la seguridad ni la durabilidad. Como hemos visto, los flexos ACB ofrecen una mejor relación calidad-precio, sobre todo a largo plazo, por lo que en términos generales suelen ser la elección más económica.
3. Condiciones ambientales: Si tu instalación estará expuesta a humedad constante, los latiguillos inox podrían ser una opción viable, pero en la mayoría de los casos, los latiguillos ACB superan al acero inoxidable en términos de resistencia y adaptabilidad. Si el entorno implica sustancias químicas agresivas o temperaturas extremas, los latiguillos Inox ofrecerán una protección mucho más eficaz. Pero, los aireadores integrados en los latiguillos ACB permiten un ahorro de agua, lo que los convierte en una opción más eficiente y sostenible para cualquier instalación especialmente las que den una especial atención a la contención del consumo, instalaciones públicas, de hostelería así como las domésticas.

Si ya tienes claro qué tipo de flexo elegir teniendo en cuenta su material, pero tienes dudas en cuanto a la rosca o a la longitud, aquí te explicamos qué debes tener en cuenta y cómo elegir el mejor latiguillo.

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Esperamos que después de leer este post, elegir entre latiguillos de acero inoxidable y latiguillos ACB dependiendo de las condiciones específicas de tu instalación sea ahora mucho mas claro.  Ambos materiales ofrecen ventajas notables, pero los latiguillos ACB se destacan por su mayor flexibilidad, resistencia a la corrosión y eficiencia en el uso del agua. A la hora de tomar una decisión, es importante tener en cuenta las necesidades del proyecto, el presupuesto y las condiciones ambientales.